Casita de la Viña
Reforma y ampliación de una pequeña casita-refugio.
Nuestros clientes, una familia de cinco integrantes, tres de ellos pequeñitos, buscaban un refugio para pasar los fines de semana y las vacaciones.
Poseen un terreno con abundante agua, una huerta, árboles y una pequeña construcción que les servía de comedor y almacén de herramientas. En este lugar solían pasar el día con sus hijos. Muchas veces pensaron ¡Qué ganas de quedarnos uno, dos, tres días! Hasta que decidieron habilitar y mejorar la calidad del volumen existente y ampliar lo mínimo y necesario para poder alargar su estancia. Los requerimientos consistían en un baño, cocina/comedor, estar y las camas para la pareja y sus tres hijos. El volumen original posee un techo a dos aguas que por su altura permitió crear un pequeño altillo que alberga la cama matrimonial. Bajo este se mantuvo el espacio original como estar y, a su vez, dormitorios de los niños.
Se crea un nuevo volumen acristalado que se extiende replicando el volumen existente. Este nuevo espacio contiene la cocina y el comedor. El baño se añade como un tercer volumen, pegado a los otros dos, donde se construye un WC seco, cuyas aguas se limpian y purifican mediante un sistema de plantas y áridos para el riego de los árboles.
El volumen existente se aisló con un SATE de corcho (sistema de aislamiento térmico exterior), excepto en la cubierta que se hizo interiormente. Todo el revoco interior es de cal de Com-Cal. El nuevo volumen acristalado -invernadero- se estructura con un muro en L de BTC (bloque de tierra comprimida) y un entramado de madera.
El objetivo era crear una zona de día, el invernadero abierto al jardín, y otra de noche, lo existente, más cerrado y resguardado.
El resultado es una casa sana, un refugio acogedor, flexible y en consonancia con la naturaleza.