Calor de récord ¿el castigo a la indiferencia?
Las olas de calor que hemos vivido este verano serán cada vez más frecuentes, según la OMM -Organización Meteorológica Mundial-, y la solución está muy lejos de instalarse un aire acondicionado, conocido colaborador del calentamiento global..
A pesar de no existir una definición única y precisa del término “ola de calor”, sabemos que se trata de episodios de temperaturas anormalmente altas que se mantienen varios días y afectan a una parte importante de nuestra geografía. Este calor extremo conlleva desastres naturales como devastadores incendios forestales, deshielo de los glaciares, aumento del nivel del mar, sequía o lluvias torrenciales, grandes impactos sobre la agricultura, aumento de la crisis alimentaria, contaminación del aire y efectos significativos sobre la salud -falta de descanso nocturno, fatiga, hipertensión, hipertermia y la constante lucha por mantener una temperatura interna estable-. Este escenario tan complejo y preocupante no es una advertencia, está sucediendo y somos protagonistas. Y ¡sí! es verdad, nos tocó vivir una época “boyante” de recursos, o eso creíamos, de mucha información, de seudo oportunidades, de seudo estadísticas, pero no fuimos lo suficientemente listos o no quisimos ver lo que se nos viene y hemos actuado en desequilibrio, sin miramientos ni remordimientos, dependientes de otros -energéticamente, por ejemplo- y en una completa indiferencia hacia nuestra fuente de vida, el medioambiente.
La naturaleza, en toda su diversidad, es el mayor bien que tenemos. Hasta que no lo entendamos y lo interioricemos, difícilmente cambiaremos el escenario actual. La manera en cómo se han de valorar las decisiones a nivel político y económico será una oportunidad vital y crucial a corto plazo, con proyección de futuro. Pero vivir desde, con, en y como naturaleza ha de ser la manera de afrontar este futuro que viene por parte de todas las personas, con respeto, sentido de la pertenencia e identidad, siendo parte de ella. .
Por eso, antes de poner un aire acondicionado, verifica si existen otras posibilidades para mejorar el confort de tus espacios interiores. Medidas pasivas o de mínimo consumo energético., que reducirán el impacto al medioambiente y que repercutirán en nosotras mismas.
Sí, es cierto, ha llegado el fresquito del otoño, pero el inexorable paso del tiempo nos llevará al próximo verano que será, según los expertos, más caluroso aún. La década que estamos viviendo es la década decisiva.