La empatía prolonga la vida
En 2009 la bioquímica australiana Elizabeth Blackburn recibió el Premio Nobel de Medicina por descubrir la Telomerasa, una enzima que “protege a los cromosomas contra el envejecimiento”. Los cromosomas son estructuras situadas en el núcleo de la célula que, por lo general, suelen ser 23 pares y albergan el ADN o material genético. Los telómeros -estructuras protectoras situadas en los extremos de los cromosomas- se acortan progresivamente cada vez que se dividen las células para tener hijas al que se denomina proceso de envejecimiento y que cuando no es posible volver a acortarse se determina el final de la célula. La telomerasa contrarresta el acortamiento del telómero, es decir, promueve la longevidad celular.
Se ha demostrado que factores externos negativos como el estrés crónico, la angustia severa, la depresión o el nivel socioeconómico bajo, entre otros, colaboran con ese envejecimiento o, a la inversa, factores externos positivos como son el buen trato, la empatía y algunas formas de meditación -reducir el estrés y aumentar los estados mentales positivos- promueven el mantenimiento de los telómeros y, por ende, permiten la prolongación de la vida. Es decir, que nuestra actitud y comportamiento tienen efectos sobre el envejecimiento celular.
Está clarísimo que los genes representan un papel importante-entre un 20 a un 30%-, pero sin duda son los factores externos y nuestros hábitos como el estrés, la dieta, el estilo de vida, la actitud y el comportamiento los que más contribuyen en nuestra salud y, en este caso, en la velocidad con la que se degradan los telómeros -envejecimiento de las células-, que varía mucho de una persona a otra. Nuestras sociedades modernas de ritmos frenéticos tienen bastante interiorizados, o no, los tres primeros factores como beneficiosos -que no quiere decir que se apliquen siempre-, sin embargo, no es muy sabido que el buen trato, la actitud positiva y la empatía disminuyen el envejecimiento desde el punto de vista genético, por lo que también debiéramos potenciarlos como parte de nuestros hábitos saludables. Este gran descubrimiento científico nos hace pensar en los cuidados, en el respeto hacia el prójimo, en el respeto hacia nosotr@s mism@s y en la potencia que tienen las palabras.
El pasado 11 de febrero se celebró el día internacional de la mujer y la niña científica. La Companyia Verda quiere poner en valor y fomentar el trabajo de esta bioquímica y de tantas otras mujeres que contribuyen en el avance de la ciencia y la tecnología y promover, también, el cuidado de las palabras, fomentar “La Companyia”, la empatía, la calidez, el apoyo emocional y la bondad como sentimientos positivos para nuestra salud y la salud de los demás.
¿Qué tal estás?
Fuente:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3057175/