La calidad del aire interior
En la mayoría de los países desarrollados o en vías de desarrollo, las personas pasan aproximadamente el 90% de su tiempo en ambientes interiores.
Nuestras casas, negocios, oficinas, gimnasios, automóviles y lugares de reunión u ocio son ejemplos de ambientes interiores en los que respiramos constantemente. Por lo tanto, es crucial entender la química que ocurre en estos espacios, la calidad del aire y lo que significa para nuestra salud y bienestar.
Los contaminantes atmosféricos son aquellas partículas suspendidas en el aire en forma gaseosa o como partículas sólidas.
Estos se subdividen en las siguientes categorías:
Componentes Orgánicos Persistentes
Biocidas, productos ignifugantes, plastificantes, PCB, HAP
Componentes Orgánicos Volátiles
Disolventes: hidrocarburos, adhesivos, barnices, pinturas, aislamiento, plásticos
Formaldehido: aglomerados de madera, encolados, sándwiches, resinas sintéticas
Isocianato: Colas, poliuretano
Fibras y partículas, aparecen a menudo en forma de aerosoles y polvo.
Gas Radón, procedente del subsuelo o en materiales incorporados en la obra como: piedra pómez, granito o barro, dependiendo de la zona de extracción.
Contaminación microbiana, hongos del moho, hongos de la levadura, bacterias.
Dióxido de carbono.
Según la Agencia de Protección Ambiental (EPA), el aire interior está más contaminado que el exterior. Los contaminantes provienen de distintas fuentes, como suelos, paredes, encimeras, mobiliario, textiles, etc., pero lo que más afecta a nuestra calidad del aire son los productos químicos de limpieza o de higiene, que se han vinculado con trastornos en el sistema inmunológico, daños en el hígado, entre otros, y la actividad de cocinar, que genera gases equiparables a los del tráfico rodado de una gran ciudad, según la investigadora de la Universidad de Colorado en Boulder, en Estados Unidos, Marina Vance –proyecto colaborativo HOMEchem-.
Ya sabemos que el hecho de inhalar algo en lugar de ingerirlo no lo convierte en inofensivo; las partículas respiradas por los pulmones también llegan al torrente sanguíneo y muchas de éstas son nocivas y pululan por nuestros interiores.
Como comentamos en nuestra entrada del blog “Nuestra carga química corporal”, en los últimos 100 años se han introducido al ambiente 150.000 nuevos productos químicos, de los cuales solo un 10% de ellos han sido evaluados. Que no quiere decir que ese 10% sea seguro ya que no se tienen datos de interacción.
Por lo que @lacompanyiaverda recomienda observar nuestro entorno, leer las etiquetas, informarse, minimizar el uso de productos químicos de limpieza o de cuidado personal, ventilar la cocina mientras se cocina o mientras se limpia e introducir productos naturales, ya sea cuando compramos un textil, cuando pintamos o cambiamos un mueble.